No he podido mirar a un lado tras la noticia de Marca que titula "¿El peor mundial de nuestra historia?" ni las declaraciones del omnipotente Odriozola.
Para empezar, sí nos fijamos solo en las cifras podemos comprobar que no ha habido ni una sola medalla... de acuerdo. ¿Realmente se puede considerar el peor mundial de nuestra historia? En mi modesta opinión, no. Muchos profanos en el mundo del atletismo se escandalizaran por mi negativa a lo que parece evidente, y esto es así sencillamente porque nos encontramos en año olímpico y la mayoría de nuestros atletas TOP (como diría algún portugués) simplemente no han preparado la cita mundialista centrándose en la cita londinense, y también recordar que tenemos un campeonato Iberoamericano y un Europeo entre medias.
Aclarado el porqué de mi negación me gustaría llegar un poco más al fondo.
La mayoría estaréis de acuerdo en que para conseguir referentes mundiales, no solo en el deporte, es necesario la competencia; debido a que el ser humano es conformista por naturaleza.
Para que dicha competencia sea posible necesitamos un número medianamente grande de sujetos para que unos cuantos con cualidades innatas consigan destacar sobre el resto.
Volviéndonos a centrar en el atletismo y tras lo que yo creo que es un razonamiento correcto en general (siempre puede aparecer un Usain Bolt), el problema está en la base. Un número muy límitado de jovenes que "jueguen" al atletismo.
El problema radica en la comodidad en la que se ha asentado la mayoria de la población con la máxima de que sí algo cuesta no merece la pena, y este deporte cuesta mucho. Es más comodo quedarme en casa jugando con el ordenador que salir a correr o a jugar al futbol... y encima, para los pocos que ponen ganas se le pone mil trabas.
Yo, de pequeño y no tan pequeño, solía ir a un parque a jugar con mis amigos al fútbol y al baloncesto, pero por culpa de leyes y ordenanzas municipales estúpidas por jugar al futbol en dicha plaza debía arriesgarme a que viniese el policia de turno y me pusiera una multita, y como los que solían jugar al baloncesto eran sudamericanos, y no los hijitos de los mandamases que se pueden permitir alquilar un pabellon para ellos solos, acabaron por retirar las canastas. Esa plaza tan alegre, que podría ser cualquiera en la que jugasteis de niños, ahora está vacía.
Ahora bien, si algo cuesta pero tiene una buena gratificación todavía cuatro locos se atreven con ello pero, ¿que pasa sí no hay una recompensa? ¿si todo ese esfuerzo no sirve para nada? En ese punto se encuentra el atletismo. ¿Quién puede pedir marcas cuando un jugador de tercera cobra más que un campeón de España? ¿Quién tiene la cara de exigir medallas cuando te echan por la tele un partido de alevines antes que un campeonato mundial? Yo, desde luego, no.
Y si encima, para los dos pelagatos que tienes; no se te ocurre otra cosa que exigir mínimas imposibles, reducir los participantes en las Ligas de clubes, seleccionar por amiguismos y mantener cargos que no aportan...
El ATLETISMO tiene ganas de crecer, de mirar alto, de volar,... pero por favor, solo pido que NO LE PONGAIS CADENAS.
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